El conjunto arquitectónico de Torres do Allo, situado en el municipio de Zas, en la provincia de A Coruña, es, con toda probabilidad, el primero de los pazos gallegos. Su construcción data de hace más de cinco siglos. 500 años de historia transcurrieron por las piedras que aún sostienen una de las casas señoriales más bellas de Galicia. Entre finales del siglo XV y principios del XVI se inició la construcción de un majestuoso edificio que asombró a la gente de su época por su factura y diseño.

 

Dibujo general • © José Manuel Yáñez.

 

Esta casa señorial de la nobleza gallega fue más que un edificio. Constituía en sí misma una organización social que articulaba a toda una comunidad. Integrado armónicamente en el campo, el señorío solía tener asociados foros y cotos que eran trabajados por el campesinado, sobre los que la hidalguía tenía derechos tributarios y en ocasiones incluso jurisdiccionales. Aunque se trata de construcciones de arquitectura civil, lo cierto es que muchas de ellas conservan rasgos típicos de las fortificaciones como gruesos muros, torres, troneras y saeteras. En el Pazo Torres do Allo, estos elementos están más presentes si cabe dadas las circunstancias que le dieron origen.

 

Vista general

 

Los orígenes de la casa de O Allo aún no están claros. Según algunos estudiosos, antes del pazo pudo haber existido un castillo o torre defensiva en algunas de las colinas cercanas llamadas Castelo Grande y Castelo Pequeno. Esta fortificación pudo ser derribada junto con muchos otros castillos durante la Revuelta Irmandiña (1467-1469) o una década después siguiendo las disposiciones de los Reyes Católicos.
Lo cierto es que en ese momento heredó las tierras de O Allo Berenguela de Moscoso, de la casa de Altamira, casada con el hidalgo Gómez de Riobóo Vilardefrancos, del linaje de Pardiñas Vilardefrancos. Gómez de Riobóo era vasallo de los Moscoso y, según la tradición familiar, era «ayo» de sus señores. Es decir, una persona de confianza responsable del cuidado y educación del primogénito de sus señores. Esta es la hipótesis más plausible para el étimo Allo que da nombre al lugar y al pazo. Aunque hay teorías que afirman que proviene del latín “angulus”, haciendo referencia a un meandro o curva que hace el río que pasa cerca del lugar.
Berenguela y Gómez de Riobóo tuvieron cuatro hijos y fue el menor, Alonso Gómez de Riobóo, quien heredó las propiedades de O Allo y construyó la torre norte del palacio, conocida como «Thorre Viexa» en fecha imprecisa, pero en todo caso entre 1480 y 1512.